Antes de que empieces a escuchar este disco es bueno que sepas algo. En Bilbao, tierra de excesos, los siete pecados capitales son un derroche. Con tres, basta y sobra: insolencia, orgullo, arrogancia. Los que han utilizado Macarrada para sacar adelante, después de cuatro años sin pisar un estudio, Ya está todo escrito. Los mismos que llevan tatuados Elier, Lino, Josu y Tonino como forma de vivir el rock and roll. La misma actitud que enarbola la cuadrilla de insensatos que les acompañan. Los mismos principios que utilizarán los que, más insensatos aún, todavía no les conocen.
Ya está todo escrito es un disco para redimirse, entendiendo por ello poner fin a algún dolor, penuria o molestia. Para el grupo y para el público. Han sido cuatro años de espera -¡¡vagos!!- que se despachan en 11 canciones y una canción-abrazo. Un sonido pulido al milímetro y parido en la alhóndiga de Rekalde que sale disparado a cualquier parte del planeta. Recordad, ya son mundialmente conocidos, lo han conseguido.
Ante ti tienes un disco de principios, desde el primer acorde hasta la última letra del libreto. Desde esa autobiografía con la que arrancan hasta la adaptación de los alemanes Die Toten Hosen (Escucha su voz) con la que homenajean a su amigo Iñaki y a todos aquellos que disfrutan de unas vacaciones en prisión. Al menos él salió antes que el disco a la calle. Aunque para versiones esa descarga punk que tomaron prestada hace tiempo a La Destilería, Quién ha matado al presidente, y de la que ahora dejan constancia.
Pocas armas hay en el rock and roll estatal ahora mismo como la inquebrantable voz de Tonino, tan chulesca y macarra en Tú y cuantos más, y tan sincera en No será la última vez, una canción que esconde una de las perlas del disco: esos desgarros del señor Iosu Korkostegi, que ha dado al grupo una fuerza descomunal desde que se hizo cargo de las baquetas. Aunque para fuerza quizás la de Elier, que una vez que aprendió a tocar el bajo ha sabido controlar la base del grupo, tanto arriba como abajo del escenario; con el instrumento o con una mesa de sonido. Su constancia es una parte importante de la esencia de este disco.
Ah, no te agobies si ves que algo en Ya está todo escrito que no te cuadra. No es ningún error. Da igual las veces que lo pinches, el aparato que utilices, o el volumen que le metas. La guitarra de Lino aparecerá por donde menos te lo esperes, está por todos los lados: Trabajador suicida, Cámbiame el sueldo, rey… Y por mucho que uno se empeñe en subir y subir el volumen, aquello no revienta. Han conseguido sacar un sonido perfecto. Si alguien alguna vez tuvo dudas de qué es esto del rock and roll, que repita: MA CA RRA DA
Cuatro años de espera son muchos. Ahora toca consolidar el disco en directo. Tienen buenos guías (Juanjo, Juantxu, Grégor…) Y es que puede estar todo escrito, pero a Macarrada les queda mucho que decir. Con insolencia, orgullo y arrogancia. Esto es… ROCK AND ROLL.
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