Después de 24 años sin tocar juntos, la posibilidad de grabar un disco en directo se convirtió en un reto para Decibelios. Más aún, si iba a ir acompañado de un DVD en directo. Durante todo el proceso del reencuentro, se mezclaron muchos sentimientos y emociones; la incertidumbre de cómo se iban a encontrar con ellos mismos y con el grupo, la alegría compartida de volver a ensayar, el poder comprobar el cambio que ha sufrido el mercado, y la adaptación que han tenido que hacer, después de 24 años de distanciamiento y evolución personal.
Pero sin ninguna duda, lo más satisfactorio del reencuentro ha sido comprobar que el grupo no ha perdido su esencia como banda de Oi & Roll. Sus motivaciones e idiosincrasia como banda, no sólo no han perdido ni un ápice de sus orígenes, sino que además, han acumulado una rabia que mezclada con la experiencia de la vida, se ha transformado en una energía desbordante, que ya se percibía durante los ensayos.
Cuando el grupo se puso a definir el repertorio, se dieron cuenta de lo mucho que habían currado durante la década de los ochenta. Había un montón de temas para elegir y se hacía difícil descartar alguno, porque todos tenían su historia y su significado. Finalmente, optaron en estructurar el repertorio; una primera parte de caña, una segunda de ska y una tercera mucho más potente con algunos de los himnos más emblemáticos. El resultado fue un set list que una vez puesto a la práctica, se transformó en prácticamente dos horas de concierto.
Aunque se veía venir, que lo iban a pasar de puta madre, tanto ellos como el público, no fue hasta el primer concierto en Bilbao, cuando comprobaron el buen estado de forma de la banda, y la respuesta de los amigos y seguidores del grupo. Fue tan fuerte, que convirtieron todos y cada uno de sus conciertos en mucho más que eso. Fue como un encuentro deseado, una fiesta de amigos en la que la que se compartía sudor, cánticos y cerveza. Un auténtico regalo, que junto a la situación socio-política-económica, ha animado al grupo a continuar. Lo que en un principio, era tan solo una pequeña gira-dedicatoria a sus amigos y seguidores, va a continuar mientras el grupo tenga fuerzas. Además, se están acumulando letras y ritmos de lo que va a ser su nuevo trabajo. Todo ello, sin olvidar la locura creativa que siempre ha acompañado al grupo y que propicia a seguir haciendo acciones locas y divertidas, que forman parte del universo “decibélico”.
