Lándevir da a luz el que será su cuarto disco de estudio y que llevará por título “Desde el Silencio”. Después de un paréntesis de 7 años, en el que la banda no ha cesado de trabajar en la sombra, ensayando, componiendo y creciendo técnicamente, presentan 11 cortes que conforman un álbum muy diferente a lo hecho hasta ahora: un álbum con más fuerza, más rockero que los anteriores y mucho más maduro tanto en lo musical como en el apartado de letras.

“Desde el Silencio” es un disco en el que se han trabajado muchísimo las melodías vocales, con canciones mucho más directas y muy diferentes a las que acostumbraban a componer, sin perder la esencia folk y celta que les caracteriza. El álbum ha sido grabado y producido en el estudio propiedad de José María Jerez (guitarrista de la banda) entre octubre de 2017 y marzo de 2018, pasando a ser mezclado y masterizado en Audiorama Estudio (Cádiz) por Javier Rondán.

Lándevir vuelve con nueva imagen, de la mano del diseñador gráfico Fernando Nanderas, quien ha trabajado para bandas como Obús, Medina Azahara o Celtas Cortos, entre otros, y que también ha sido el encargado del arte gráfico del disco.

La banda adelantaba, para presentar el disco, dos singles acompañados de videoclip. En el primer caso, del tema titulado “El Espíritu del Viento”, han contado con la única  colaboración del disco, a cargo de Narci Lara (Saurom) en la producción, quien también ha incluido arreglos de violín y low whistle. Para el segundo single han seleccionado el penúltimo corte del álbum, “Volver”, un claro homenaje a los seguidores más acérrimos del grupo, y con el que demuestran que vuelven muy en serio. El apartado audiovisual ha sido realizado por la prestigiosa empresa alicantina Quadrovisión.

En cuanto al estilo musical, sorprenden con una clara tendencia al hard rock, sin olvidar su esencia celta, pero integrándola en los propios estribillos y partes de canciones. A excepción de “Magia”, un corte folk 100%, no encontraremos temas festivos celtas como acostumbraban a hacer, pero sí temas muy rockeros como el propio “Volver”, “Más allá del mar” o el pegadizo “Mi nombre es Rock N’ Roll”, donde hard rock y tintes folk se integran a la perfección.