Crónica del concierto de TXARRENA en Pamplona (21/07/2011) |
Como ya anunciamos hace unos días, TXARRENA, la banda paralela de El Drogas, ofreció un concierto el pasado día 10 de julio en la plaza de los Fueron de Pamplona, con motivo del Ciclo Fueros Directo 2011. El concierto fue grabado en video y será editado próximamente.
Desde la web noticiasdenavarra.com nos hacen llegar una crónica del concierto realizada por J. Oscar Beorlegui:
"Como buen mago que se precie, siempre con alguna sorpresa en la chistera, El Drogas, tal vez el músico de Iruñea que más veces ha subido al escenario de los Fueros, volvió a acceder al mismo nuevamente, esta vez al frente de Txarrena: su bala en la recámara para el presente 2011, aprovechando las merecidas vacaciones de Barricada. Y, tal y como acostumbra, así lo hizo don Enrique una vez más, enamorando a la noche con su magia y rockandroll. De otra manera -si se quiere- debido a la singularidad del rock ofrecido en ésta, su presente reinvención, pero con los susodichos como principales ingredientes: así volvió a hacerlo ese gato de salvaje mirar que, acurrucado a la espera de la madrugada, sigue siendo El Drogas, quien, pletórico en ésta no sabemos si su segunda o tercera juventud (primera de espíritu, fuera de toda duda), volvió a ejercer de reinona en toda su plenitud, sorprendiendo con su salvaje y felino tocar, verdaderamente personal, agreste y pasional. Con su concepción más provocativa del rock & roll, propia de los tiempos en los que el mismo venía aliñado por el sexo, entre otras sustancias. O por la oscuridad, tantas veces cómplice de aquél y con tantas connotaciones e historias compartidas en noches como, por ejemplo, las más que presentes en Azulejo Frío.
La velada fue abierta por unos jovencísimos Eraite, formación que, de blanco como la cal por fuera y negro metálico en su ser -seguramente, rematados ambos sentimientos por el siempre candente color rojo- demostró haber interiorizado a la perfección el recorrido del heavy y el hardcore vasco de los noventa, demostrando a la concurrencia, por lindes muy cercanas a las de Su Ta Gar, que continúa habiendo peregrinos prestos para continuar afrontando dicho camino, veinte años después. Perfectamente preparados los mismos. Y finalmente, acto seguido, los flamantes Txarrena del nuevo siglo al escenario, más que preparados para dejar huella en los Sanfermines… y en la historia, toda vez que el concierto fue grabado de cara a la publicación de un futuro DVD.
Alimentado por los temas de los dos álbumes de Txarrena, el fuego de la noche mostró sus primeras y tórridas lenguas con Salvaje mirar, prosiguiendo el crepitar, sobre la ya ardiente madera del escenario, con Así (del segundo CD, como el primeramente citado) y El charco, viejo, este último. Con El Drogas, el Flako, Txus y Brigi inconmensurables, pura adrenalina y actitud rockera todos ellos regando con gasolina la función, el incendio llamado a ser el concierto fue adquiriendo las esperadas grandes dimensiones de manos de canciones directas siempre al estómago y al corazón -más que únicamente a la cabeza- como Todos los gatos (primera en mover a los de delante), El peldaño más cercano, Hay poca luz, Dime cómo besas, Piel de gato (con El Drogas, abrigo de cuero negro hasta los pies, careta y chistera, sacando a lo Alice Cooper a relucir su faceta más teatral: algo que, máscara de lobo cubriéndole el rostro, también hizo en El lobo feroz), Déjalo muñeca (con Enrique blandiendo impulsivamente bastones al aire, sobrevolando cual helicóptero de lado a lado del entarimado) o, ya en la recta final, Frío, la más coreada por los presentes: por un público de media de edad alta que, si bien no en el número esperado, protagonizó una asistencia notable, disfrutando con más tranquilidad que los días previos de la noche; de unas canciones que, ardientes de por sí y de contrastada madera para arder y hacer arder (como Nada sin ti, Empujo pa'ki y, cómo no, Azulejo Frío, últimas en sonar), aun presididas por el carisma y el inquieto latir de la creatividad de El Drogas, crecieron perfectamente propulsadas por el impulso de Txus (un auténtico dandy de las seis cuerdas), el Flako (representando como pocas veces se ve en los actuales escenarios la personificación del rock & roll) y de un Brigi que, colosal, aprovechó la ocasión para dar permiso de fin de semana al baterista que encierra en su interior. Una noche más, a la espera -en el presente caso- de ver cómo queda el DVD, nada que objetar."