Crónica de THE KLUBA en AKE, Txantrea (21/03/2012) |
>> Vida tras Skalariak, concierto de The Kluba, por J. ÓSCAR BEORLEGUI
Fecha: jueves, 15 de marzo. Lugar: AKE, Txantrea. Intérpretes: The Kluba, banda formada por Juantxo JSK, a la voz y a las guitarras, Vidal Soler, a la guitarra y a los coros, Berenguer, a la batería, Xavi Jamaica, al contrabajo, Eli P. Nicolau, al violín, y Pep Garau, a la trompeta. Incidencias: presentación de Amor, odio y ruido, nuevo CD de la banda; 1 hora de duración, bises aparte. Asistencia discreta, público que disfrutó de la actuación.
The Kluba, formación de porte ska-billy creada con la intención de fusionar el rock & roll de los años cincuenta con el ska de los sesenta, proyecto surgido en 2009 sobre la burbujeante capacidad creativa y las ganas de volver a los escenarios del recordado Juantxo Skalariak, visitó el que hasta la disolución de la citada formación fuera uno de sus escenarios de cabecera, el de AKE, y lo hizo con un inspiradísimo CD bajo el brazo: Amor, odio y ruido, segundo de los por él registrados desde que quedara finiquitada la banda madre.
Mostrando la cara más colorista y ambiciosa de su concepción del ska, ante una asistencia a la que, una noche más, solo podemos calificar de discreta (y más estando quien estaba llamado a actuar, el que fuera carismático frontman de Skalariak), la noche quedó activada con el instrumental que abrió el álbum debut de The Kluba, publicado tres años atrás, sonando acto seguido un primer tema nuevo, Mi voz: puerta de acceso del CD al que siguieron tres de su ópera prima, African team, Brindo (de indisimulable sabor a country rock, puro rock & roll ranchero perfectamente dibujado por el violín) y Entre tinieblas: estos dos últimos, tras una primera concesión al repertorio de su anterior grupo, representada por Oligarquía, ofrecido con nuevos arreglos. Acto seguido el protagonismo fue para un bloque de canciones nuevas integrado por seis de ellas, entre las que destacaron la más que festiva ¡Qué calor!, Anti-cowboy, Colapso capital, Vámonos o la que da título al CD, Amor, odio y ruido, temas que dejaron claro lo siguiente: que The Kluba están aquí para quedarse. Que la banda tiene necesariamente que despegar; hacerse con un nombre entre el gran público, disponiendo de semejante repertorio y estando lo rodados, preparados y fogueados que demostraron estar. Y es que dicho jueves escuchamos auténticos temazos: a caballo entre el swing y guiños a bandas como Stray Cats; con el latido de fondo del espíritu de The Clash y marcados por el country y por esos aires jamaicanos tan característicos y tan presentes en el mundo de Juantxo, unas canciones irremisiblemente condenadas a tirar del grupo hacia arriba. ¿Más ejemplos? Borracho de la vida (con los Mano Negra y lo que se denominó Barcelona Sound muy de fondo; en clave skatalítika, claro está) Ska Billy train, representando en su día los raíles llamados a sostener las bases sonoras del convoy representado por los temas del CD debut, o Rude rockers llamando. Finalmente, la actuación pareció terminar con un nuevo guiño a Skalariak, Despídeme, pero no fue así: todavía sonarían dos pelotazos más, Puto alcohol (de ellos, igualmente) y un nuevo hit en potencia, Nunca vas solo.
Buscando un día, o más -posiblemente-, tratando de encontrar días o noches divertidas en los actuales tiempos de penumbra; trabajando la palabra cantándole a la fiesta (sin olvidarse de pensar en la revuelta), The Kluba pasó por Iruñea cual huracán de buenas vibraciones, y lo hizo destilando a pie de escenario sensación de libertad y policromatismo en todos los sentidos, escribiendo así una nueva página de su destino. De su destino rebelde ahora y siempre, de manos de sus nuevas canciones: de concepción realmente libre desde el prisma creativo y espíritu de corte totalmente positivo, dejando claro Juantxo por su parte que hay vida, mucha vida, tras Skalariak. Que ahí sigue, dispuesto a hacerse oír. A seguir haciendo ruido. ¡Feliz travesía!