Crónica del concierto de LENDAKARIS MUERTOS en Barcelona por Ovella Negra Rock (10/05/2012) |
Para presentarse a un concierto de Lendakaris Muertos es necesario abandonar en la entrada los ideales y cualquier actitud seria; ya que si tu piel fina espera encontrar un discurso políticamente correcto o un Punk comprometido, tienes todos los números para salir del concierto decepcionado y odiando a Aitor Ibarretxe (voz) y compañía. Por lo contrario, si lo que uno busca es música acelerada, cachondeo y una banda que lo dé todo, estos pamplonicas te enamorarán como lo hicieron a un Apolo casi lleno y entregado desde la primera hasta la cuadragésima canción.
El concierto lo abrieron los gerundenses La Tosca Brava. Estos nostálgicos del Punk Rock nos regalaron una colección de clásicos de los Ramones, Bad Religion o The Clash, entre otros, por lo que son la banda que a más de uno le gustaría encontrar en las infinitas fiestas mayores que recorren los diferentes pueblos del país, pero que quizás no acabaron de encajar en el Apolo abriendo a los Lendakaris.
A medida que se acercaban las diez de la noche, la sala se iba llenando de camisetas con el tan característico oso panda. El público ansioso de que empezara la fiesta, ya cantaba algunos de los clásicos de la banda. Cuando finalmente empezó el show fue tal la energía que había en el ambiente que pensé quién me mandaba a mí acomodarme en la primera fila. Pero lo hecho, hecho estaba y pude vivir a un palmo de mi cara la conexión de la banda con sus seguidores y ver como los temas de su último trabajo Crucificados por el antisistema (2012) ya son clásicos de su discografía. Empezaron, como en el CD, con 'A la calle!' y 'Estamos en esto por las drogas'. Con los Lendas, tenía una espinita clavada ya que cuando presentaron su anterior trabajo de estudio Vine, vi y me vendí (2008) en Salamandra el sonido fue realmente malo y su excelente directo quedó deslucido. Esta vez fue distinto ya que un bueno sonido permitío descifrar sus hilarantes letras y hacer unas carcajadas al ritmo de 'Franja de Gaza', 'Último Txakurra', 'Das por cool', 'Ikastoleros' o 'Centro comercial'.
A Asier Aguirre (guitarra y coros) y Jokin Garaikoetxea (bajo y coros), pero sobre todo a Aitor, el escenario se les hace pequeño y en cualquier momento desaparecen de él para que te los encuentres en mitad de la sala cantando con alguien del público, mientras Potxeta Ardanza (batería) queda solo en la tarima manteniendo el ritmo. También pudimos ver otro de los clásicos de Aitor, entregar el micro a alguien para que se cante una estrofa. Y si en otro concierto, el cantante temería por perder su micrófono y el fan querría llevárselo a casa, en un show de los Lendas hay confianza plena en que el micro regresará a Aitor y que este te lo volverá a pasar en cualquier momento. Como no, antes de empezar Besos gaztetxeros, Aitor encontró quien le diera un beso en los morros. El afortunado fue un chico disfrazado de superhéroe, que como tal intentó volar por encima de las cabezas del público, aunque la capa no le funcionó y aterrizó en el suelo del Apolo para preocupación de la banda y de algunos asistentes. Un par de temas después, pudimos comprobar que el chico estaba bien, pero que no había aprendido la lección ya que de nuevo estaba saltando del escenario. El último clásico de un concierto de los Lendakaris es cuando su cantante se enfunda la camiseta de la selección española mientras todo el público le silba y le abuchea, introducción perfecta para 'Gora España'.
Estos navarros se despidieron con 'La hoz y el Martini' y con un tiempo mínimo de reposo volvieron al escenario para los bises. Acabaron el show con 'Centro comercial', 'Hotel familiar', 'Se habla español', 'Oso Panda' y 'Somos veteranos de la Kale Borroka' con las luces de la sala abiertas. Nada más y nada menos que cuarenta temas para vivir una velada de Punk y cachondeo que, aun así, se hizo corta.
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