10 años sin LA POLLA RECORDS (05/08/2013) |
Críticos musicales reflexionan sobre lo que significó el grupo vasco liderado por Evaristo Páramos.
BILBAO. EL grupo de música La Polla Records dio su último concierto hace diez años. Fue el 3 de agosto de 2003. La formación de música punk de Agurain (Araba) resultó, según los especialistas, un fenómeno musical. Tuvieron una trayectoria de 24 años. Firmaron éxitos como Salve, Txus, Ellos dicen mierda, No somos nada o Carne para la picadora.
Los tres últimos conciertos que dieron en directo datan de agosto de 2003. El día 1 en el festival Tintorrock. Al día siguiente, actuaron en Forua. El grupo dio por terminada su trayectoria el domingo día 3, en Berango. El líder de la formación, Evaristo Páramos (Tuy, 13 de junio de 1960), ha puesto en marcha hasta la fecha otras formaciones bajo los nombres de The Kagas, The Meas y Gatillazo. Este último grupo continúa en activo.
DEIA ha consultado a críticos musicales sobre la repercusión que La Polla Records tuvo en el panorama musical. Los periodistas preguntados son Koldo Otamendi, Belén Mijangos, Óscar J. Beorlegui, Josu Arteaga e Igor Cubillo. El diario también ha registrado la impresión de un músico, Asier Basabe, baterista del grupo Zea Mays y del fotógrafo Jon Iraundegi.
Koldo Otamendi es el responsable de la web musical Musikazuzenean. A su juicio, en los años 80 hubo bandas, pero sobre todo, cantantes. Otamendi estima que La Polla Records influyeron en la escena vasca, estatal e internacional. Cita como ejemplos a "Fermin Muguruza, Natxo Cicatriz, Josu Zabala, Josu Eskorbuto... Y otros muchos".
La directora de la revista musical desaparecida El Tubo, Belén Mijangos, también tiene su opinión. "A nivel musical, tanto en Euskal Herria, como en el estado español y en América Latina, fueron una auténtica revolución, habiendo influido a cientos de jóvenes a montar grupos y a muchos grupos estilísticamente", valora y va más allá: "A nivel social, su impacto ha sido mayor si cabe, por su crítica social certera e hilarante, su coherencia y su compromiso con la calle, consiguiendo empatía inmediata".
J. Óscar Beorlegui es periodista musical del Diario de Noticias de Navarra. "La Polla Records supuso un antes y un después en mi trayectoria vital, habiendo representado sus canciones la banda sonora de mi vida. Nunca olvidaré la primera vez que los vi, en 1983, con dieciséis años. Nunca he vuelto a sentir la sensación de estar ante algo como aquello. Evaristo, genio, ingenio y figura, es irrepetible", comunica.
24 años de trayectoria La Polla Records surgió en 1979 en Salvatierra-Agurain (Araba). A partir de 1995, pasaron a denominarse de forma oficial La Polla. En 2003, la banda de punk por la que pasaron Evaristo, Txarly, Sume, Abel y Fernandito... y otros músicos se disolvieron tras 24 años de actividad. Hasta entonces, habían grabado más de una docena de álbumes de estudio, maquetas y discos en directo.
Josu Arteaga es periodista y músico. "La Polla Records es para mí, lo que Carlos Fontana para los revolucionarios: De esos muertos que nunca mueren", parangona el guipuzcoano. A su juicio Evaristo Páramos fue un "visionario revestido de un aura de locura".
Arteaga recuerda una entrevista que le hizo al cantante para Diagonal "como la mejor que podré hacer nunca a nadie, no por mi habilidad sino por la del que tenía enfrente: Tremendo, ingenioso, perspicaz... Un fiera bendecido por no sé qué astros. Irrepetible. La escena musical vasca es aburrida, conservadora, y repetidora de viejos esquemas hasta el infinito. Una caricatura de lo que fue, desesperante y sobre todo superguay", concluye.
Otamendi, por otro lado, analiza la situación del punk vasco. "No tiene la fuerza ni el punch que tuvo en los 80. Aunque sigue habiendo buenas bandas, es difícil encontrar alguien que tenga ese acierto y acidez al escribir y esa actitud. ¡No sé, igual es que nos hemos hecho viejos también, y no vemos las cosas como son hoy en día! Ya sabes: "¡Yo no soy joven, yo soy muy viejo, ríete de mí que soy tu espejo!", cita.
El periodista freelance Igor Cubillo señala a La Polla Records como un grupo único, "pese a su reiteración y ciertas contradicciones". Sin embargo, considera que "no tiene sentido poner en cuestión, a estas alturas, la relevancia de La Polla Records. Evaristo y compañía pusieron la escena patas arriba con un arrojo, una desinhibición y una causticidad tan desconocida como necesitada por estos lares. Fueron el punk de base, el orgullo proletario... Su huella indeleble se encuentra impresa en la marea de bandas que siguen su rastro, y en la de colegas como Reincidentes, con fervor no disimulado, y afán imitador. Fueron necesarios".
¿Cuál sería el resumen de rasgos de La Polla? Para Otamendi: acierto, acidez y actitud. Mijangos cita: crítica social certera, hilarante, coherencia, compromiso y empatía. Cubillo subraya: arrojo, desinhibición, causticidad, orgullo proletario. Arteaga enumera para Evaristo los adjetivos: visionario, tremendo, ingenioso, perspicaz o irrepetible. Beorlegui coincide con Arteaga en lo de irrepetible, además de genio, ingenio y figura.
EN RECUERDO DE FERNANDITO El baterista de Zea Mays se llama Asier Basabe. Este bilbaino asegura que La Polla Records "fue, es y será una de las mejores bandas punk de Euskal Herria y del universo", apunta e incide en "esas letras acidas cargadas de humor y de verdades como puños, escupidas por Evaristo. Es un gran frontman y mejor persona. Esos músicos con ese toque tan especial, capaces de seguir las venidas arriba de un batería con nervio como era Fernandito, "único", apostilla.
Basabe agrega una impresión. "Mamar el disco Salve desde la niñez marca una vida", agrega este músico.
El músico vizcaino, además, conserva una anécdota relacionada con La Polla Records. "El único bolo que Zea Mays pudimos haber hecho con esa gran banda fue en Portugalete. Nunca se llevó a cabo. Fernandito -el baterista de la formación alavesa- falleció unos días antes. Zea Mays ese día versionamos a La Polla Records".
Jon Iraundegi es uno de los fotógrafos que vivió aquellos años de La Polla Records. Este guipuzcoano es autor del libro Euskal Rockaren ikuspuntu bat (Banizu Nizuke, 2011). "Al ir a fotografiar a La Polla ya sabías que podrías tener buen material gracias al gran Evaristo", valora Iraundegi.
Diez años después de su disolución, existen bandas de tributo a este grupo. Beorlegui señala que siempre dice lo mismo "cuando sé de la existencia de alguno homenajeando a La Polla. Que el asunto nace condenado al fracaso. ¿Por qué? Porque La Polla es inimitable. Las canciones de La Polla eran canciones mal tocadas y bien cantadas, y las versiones que se hacen, por definición -concluye-, siempre son bien tocadas y mal cantadas".
Noticia publicada en DEIA: http://m.deia.com/2013/08/03/ocio-y-cultura/cultura/diez-anos-sin-la-polla-records